Niño sufre de laringitis, así como otros niños les ataca más por la bronquitis, él no, él es de laringitis. La primera vez que descubrí a Niño con estos síntomas, no sabía qué le pasaba ya que nunca había oído el término… No sé por qué nuestros hijos siempre cogen aquello que nos es desconocido…
Esa fue nuestra primera visita en horas intempestivas a urgencias…
era el 31 de Mayo de 2013, recuerdo la fecha porque ese día fue a su primera excursión con la guardería a una granja escuela, todo perfecto, lo pasó muy bien, llegó la noche, lo dormí y a las 3 de la mañana me acerqué a verle y escuché que hacía un ruido raro al respirar, pero no presentaba dificultad respiratoria, se despertó y empezó a toser y llorar y cada vez que inspiraba hacía más ruido (luego supe que ese sonido se llama estridor y es muy característico de las laringitis), como todo me parecía muy extraño y no sabía qué le ocurría decidí acercarme a urgencias. Papá se quedó con Niña, que por aquel entonces sólo tenía 21 días….
En urgencias nos tuvieron hasta las 8 de la mañana, hasta que Niño se estabilizó y dejó de oirse el estridor en reposo, después de haberle puesto dos dosis de dexametasona, y hacerle una mascarilla de adrenalina… que fue toda una odisea, tres enfermeras y yo para poderle poner la dosis inhalada, inmovilizándolo y él gritando y llorando pobrecito mío!
En fin, después de esta que fue la crisis más aguda que ha tenido, hemos tenido que ir dos noches más a urgencias por el mismo motivo aunque no tan fuerte, dosis de dexametasona, a casa y control por el pediatra.
En consulta me dieron una serie de recomendaciones para actuar frente la laringitis. Paso a detallarlas:
– Meter al niño en el baño, abrir el grifo del agua caliente y esperar a que se llene el baño de vaho y que el niño lo pueda respirar, ayuda a humedecer las vías respiratorias y calmar la tos.
– Sacar al niño al balcón bien abrigadito para que respire aire fresco.
– Si nos dirigimos a urgencias, llevar las ventanillas del coche bajadas para que le dé el aire fresquito al niño, bien abrigadito eso sí, no vaya a coger ahora una pulmonía.
– Usar un humidificador en el ambiente para que no se reseque tanto.
– Mantener al niño incluso durmiendo, en una posición incorporada, ya sea con almohadas, poniendo algo debajo del colchón, o directamente durmiendo en el carrito como hacía yo muchas noches.
– Darle de beber mucha agua para que mantenga la laringe y las cuerdas vocales húmedas
Yo, por mi parte, uso otros remedios caseros para intentar aliviarle esas noches interminables de tos:
– Poner una cebolla partida por la mitad en su mesita de noche, contribuye a mantener húmedo el ambiente
– Poner a hervir eucalipto y llevar el cazo a su habitación, aparte de dar humedad, mantiene un aroma fresco que descongestiona
A nivel de medicación, si veo que tiene un ataque fuerte, el pediatra me dijo que podía darle 10 inhalaciones de budesonida y 1 ml de estilsona, a ver si se estabilizaba, pero que si no mejoraba en un tiempo prudencial, debíamos acudir a urgencias, ya que la laringitis tanto podía mejorar espontáneamente como podía ir empeorando hasta inflamarse tanto que obstruya la entrada de aire al niño y por tanto no le permita respirar.
Así que con todo esto, me quedo alerta de si le escucho el estridor por las noches siempre que detecto que tiene síntomas de resfriado, que actualmente estamos en este proceso, tiene una laringitis leve que estamos tratando con pufs de budesonida y a partir de esta noche empezar a retirarla.