Cómo predecir la ovulación

No sé si os he contado nunca que la búsqueda de mi primer embarazo fue bastante larga, primero empezamos a lo loco, sin mirar nada, a medida que pasaban los meses fui informándome de cómo funcionaba el difícil mundo de la ovulación, y fui aplicando poco a poco mi propia técnica para conseguir mi tan deseado embarazo. Tardé dos años y medio desde que dejé la píldora hasta que vi mi primer positivo… aunque desgraciadamente el embarazo no llegó a buen término y tuve que someterme a un aborto diferido, aunque esa es otra historia….

Hoy quiero contaros cuál fue la técnica propia que apliqué, mezcla de otras de las que fui cogiendo aquellos aspectos que más me interesaban.

Fruto de mi «investigación» encontré diferentes métodos para predecir la ovulación:

– Temperatura basal: consiste en tomarse la temperatura cada día al despertarse antes de hacer ningún movimiento, es decir, sin levantarse ni moverse demasiado. Venden termómetros específicos y lo ideal es tomar la temperatura sublingüal pero también se puede hacer axilar. Existen tablas descargables de internet donde poder ir registrando cada día la temperatura y elaborar nuestra propia gráfica para detectar los picos. La temperatura suele mantenerse estable excepto unos días concretos (posteriores a la ovulación) donde se incrementa y después vuelve a su nivel basal, excepto si se ha producido un embarazo, entonces se mantiene elevada. El problema que le veo a este método es que hay que tener muy estudiado el patrón que sigue nuestro cuerpo porque cuando detectamos el aumento de temperatura, la ovulación ya se ha producido, con lo que debemos ser capaces de predecir mediante la gráfica cuándo se va a producir la misma.

– Flujo cervical: consiste en observar el flujo cervical, y a través de su consistencia detectar la ovulación. Durante nuestro ciclo menstrual, el flujo cervical va adquiriendo diferente aspecto dependiendo de la etapa en la que nos encontremos, desde acuoso hasta espeso. Cuando el flujo es fértil es cuando aumenta su producción y este tiene una consistencia elástica, como de «clara de huevo», el mayor pico de flujo elástico se da el día antes de la ovulación, con lo que cuando lo detectemos aún estamos a tiempo de cazar el óvulo. El problema que podemos tener es que no podamos diferenciar o detectar este flujo.

–  Método del calendario: la ovulación se produce siempre 14 días antes de la llegada de la menstruación. En un ciclo ideal de 28 días, la ovulación se produce justo en la mitad, a los 14 días del inicio de la última menstruación. En un ciclo de 30 días la ovulación se produce a los 16 días del inicio de la última menstruación. Este es un método muy matemático, el problema viene en los ciclos irregulares (como es mi caso) en los que es muy difícil determinar la fecha, ya que cada mes varía la duración del ciclo.

– Tests de ovulación: los test de ovulación detectan la presencia en orina de la hormona luteizante, presente cuando el cuerpo se prepara para ovular, cuando esta hormona alcanza su punto máximo se produce la liberación del óvulo durante las posteriores 48 horas.

– App de ovulación: con la proliferación de los smartphones, han surgido multitud de apps para todo y la detección de la ovulación no podía ser menos. Existen apps en las que a través de un registro de síntomas y sucesos en el calendario, nos ayudan a predecir cuándo va a tener lugar nuestra próxima ovulación. Se necesitan unos meses de registro para recopilar la información suficiente. Aquí el problema de los ciclos irregulares se resuelve parcialmente, ya que a través del registro, se elabora una pauta que más o menos se acerca a la realidad. Ovuview, Womanlog son dos de las apps que conozco, pero hay un montón, es cuestión de ir probando con cuál nos sentimos más cómodas, a mí estas dos me parecen buenas pero me gusta más Ovuview.

Yo me decanté por usar una mezcla personalizada de estos métodos, excepto el de la temperatura basal, ya que no conseguí ser constante en la recogida de datos y por tanto no me era útil, así que lo descarté.

Del resto os cuento cómo me organizaba:

– Calendario: Mis ciclos son irregulares, oscilan entre los 32 y los 40 días aproximadamente, así que se me hacía muy complicado establecer una fecha concreta de ovulación contando días, por tanto, era un dato que me servía a nivel orientativo para saber cuándo debía prestar mayor atención. Os cuento: establecía una media de unos 35 días de ciclo y así contaba desde el inicio de la última regla, con la fecha que me salía contaba 14 días atrás para marcar el día de ovulación con estos datos, pero como nunca sé los días de ciclo exactos, colocaba unos días por delante y unos días por detrás a la fecha prevista de ovulación obtenida. Con esto marcaba en el calendario el plazo de una semana durante la cual mi óvulo iba a aparecer.

– Flujo cervical: Una vez establecida la «sexy week» cuando se acercaba esa fecha, ya empezaba a observar el moco cervical a diario cada vez que iba al baño, y en cuanto detectaba el flujo con textura «clara de huevo» o sea el flujo más fértil, eso indicaba que ya podía empezar a deberear ese día o durante los dos días siguientes.

– Test de ovulación: Para acabar de confirmar mi ok del moco cervical, me hacía un test de ovulación que si salía positivo indicaba que no podía dejar pasar la oportunidad! Yo usaba la marca Clearblue comprada en farmacia. Vienen 7 tiras para detectar el pico de hormona, yo solía usar una o como mucho dos porque ya os digo que lo usaba como confirmación y después de tantos meses una ya tenía el truquillo cogido, así que me duraba unos cuantos meses. Es cierto que es caro (unos 28€) pero el hecho de que fuese digital (te indica con una cara sonriente el positivo cuando detecta suficiente hormona) me daba mayor confianza por no tener que interpretar resultados. Pero sé que por internet se pueden comprar packs mucho más baratos.

– App: Empecé a usar Ovuview como un refuerzo también a mis conclusiones a partir del método multidisciplinar anterior (jijijiji), ya que cuando empecé a llevar este control aún no existían y tengo que decir que son una buena herramienta, ayudan a que no tengas que controlar tantas cosas y llevar tantos registros porque en el calendario que te muestra te deja la opción de apuntar síntomas, mediciones, incios y fines de menstruación, actividad sexual, y mes a mes va realizando una previsión de fechas de ovulación, menstruación, etc.

Y bueno, hasta aquí, todo lo que pude averiguar…

Ah por cierto, a esto hay que sumarle, intentar no agobiar a nuestra pareja con el calendario y «porque toca», intentar propiciar el momento en los días buenos, sin presiones, aunque a veces sea complicado…

Seguísteis algún método de predicción o tuvisteis la suerte de no necesitarlo?