Cómo estimular el lenguaje oral de los niños en casa

A Niño le está costando un poquito todo el tema del lenguaje, tiene un desarrollo del habla y la comprensión por debajo de la media a su edad. Podríamos decir que hasta finales del año pasado no ha demostrado demasiado interés por comunicarse a nivel oral, por explicarnos cosas y conversar con nosotros. Ahora sí se esfuerza por hacerse entender, pero tiene como asignaturas pendientes la riqueza del vocabulario que usa y la pronunciación. Para ayudarle en este aspecto le llevamos a una sesión semanal (alternando logopedia y psicología por temas de atención) en un centro subvencionado y en el cole también tiene dos sesiones semanales de 3/4 de hora con la logopeda del centro.

Hoy quería compartir las pautas que nos dieron para estimular el lenguaje de Niño, y tal vez puedan servir de ayuda si os encontráis en casos similares:

• Hablar al niño despacio, de forma clara y precisa y lo más a menudo posible, siempre mirándole a la cara y si podemos, poniéndonos a su altura.
• Darle tiempo para que responda, mostrando interés en sus respuestas. De esta manera también marcamos los turnos y hacemos que el niño los respete.
• Debemos hacer esfuerzos para entenderle, así el niño refuerza el comportamiento y le evita frustración.
• Si construye mal una frase, debemos ofrecerle un modelo correcto tomando como base lo que él ha dicho. Ejemplo: «¿es tu casa de su mamá?, decirle «sí, es la casa de su mamá»
• Utilizar preguntas abiertas para que sus respuestas sean más largas. (En mi caso esto no funcionaba porque entonces no respondía nada, tenía que ofrecerle dos opciones para que pensara y me respondiera correctamente)
• Ampliar las oraciones telegráficas del niño agregando palabras que faltan. Ejemplo: «mamá-coche», decirle «sí, este es el coche rojo de mamá»
• Dedicar cada día un tiempo para hablar con el niño de manera relajada, hablándole de temas que le interesen.
• Aprovechar todas las situaciones cotidianas para nombrarle objetos y ampliar su vocabulario.
• Si el niño repite algunas sílabas al empezar las palabras (tartamudeo infantil), procurar no prestar una atención especial a ello ni hacer comentarios al respecto, aunque sea con el fin de darle ánimos.
• Utilizar gestos para facilitar la comprensión de las frases.

Comportamientos que debemos evitar:

• Hacer correcciones explícitas, por ejemplo «eso no se dice así» o «no lo estás haciendo bien».
• Reírnos o imitar el habla infantil del niño por muy gracioso que nos parezca. No debemos usar palabras como «guau guau» por «perro» ya que es mejor para ellos recibir un modelo correcto de lenguaje. Debemos llamar a cada cosa por su nombre.
• Permitir que el niño nos pida cosas utilizando únicamente los gestos,  aunque entendamos qué es lo que quiere, debemos tratar de que lo verbalice.
• Evitar todos los castigos relacionados con el lenguaje. Nunca se debe castigar a un niño por no decir correctamente algo o por negarse a hablar.
• No debemos ser inflexibles y tratar de imponer siempre nuestro criterio a los niños. Debemos respetar ciertos espacios y momentos, como el juego libre, para que el niño se exprese libremente.
• No debemos atosigarles ni transmitirles ansiedad aunque nos parezca que habla muy lento. Es normal que al principio su ritmo sea inferior al de los adultos.
• No debemos insistir en que repita las palabras mal pronunciadas, ya que probablemente conseguiremos que deje de utilizarlas y las sustituya por otras.

De momento trabajamos en este sentido, sobre todo hablando mucho con él, preguntándole para que nos explique, pero a veces, nos dice que no quiere y entonces no insistimos. También leemos cuentos, jugamos con las letras y describimos cosas para enriquecer su lenguaje. Yo me esfuerzo mucho por entenderle y que él se sienta satisfecho porque sabemos qué nos dice y ve que puede comunicarse sin problemas, eso le anima a seguir hablando cada vez más. En el cole, él nota que le cuesta más expresarse que a sus compañeros de clase por ejemplo y eso hace que se muestre tímido a la hora de hablar en el grupo grande, pero poco a poco irá mejorando. Al final, cada niño tiene su ritmo pero estamos seguros que aunque le haya costado más, adquirirá todas las habilidades necesarias en el lenguaje.