¿Qué tendrá el sofá?….

En casa tenemos un sofá chaise longue de tres plazas, con los asientos abatibles, bueno, no sé si se llama así…. Me refiero a que los dos asientos del sofá (la parte chaise longue es fija), son de esos que estiras y salen hacia adelante, convirtiendo el espacio del asiento en una zona mucho más amplia. El sofá tiene 10 años…. y mucho trote! Es el eje central de nuestra casa jajajajaja.

Marido y yo siempre hemos hecho mucho uso de él, es donde comemos y cenamos ayudados de la mesita de centro (ahora convertida en mesa infantil de quita y pon), es donde nos echábamos las siestas los sábados después de comer (siesta? eso qué es?), donde pasábamos las tardes jugando a la play (esa que ahora acumula polvo en el mueble), viendo pelis, comiendo chuches y donde nos dormíamos cada noche viendo alguna peli de esas novedades que ahora acumulamos en la estantería incluso sin abrir. Siempre nos ha gustado mucho el sofá, es muy cómodo, se descansa muy bien en él, nos servía para todo y parece que, sin querer, hemos traspasado esa afición a nuestros hijos… Os cuento un poco cómo son nuestras noches de sofá en la actualidad.

Hasta ahora, me llevaba a los dos peques a la habitación, poníamos un ratito de dibujos, hasta que iban cayendo los dos, pero con la llegada de la etapa rebelde de los dos años de Niña (que no nos pase nada!), esto ha cambiado ligeramente, y es que mientras Niño sigue viniendo a la habitación sin problema y de allí no se mueve hasta que se queda frito, pues con Niña la cosa ya no es tan sencilla…. y es que venir viene, pero a la que lleva 5 minutos se quiere bajar e irse corriendo al sofá! Si no la dejo, tenemos sesión de enfado, lloros y gritos nada recomendable si estás intentando que el que está al lado (en este caso Niño) se duerma. Así que la dejo que recorra mundo y se vaya con papá al sofá. Allí se coloca en su sitio (léase MI antiguo sitio, es decir la zona del chaise longue), apoyada en los cojines, tapadita con su manta, con el bibe y el chupe y en un ratito está dormidita tan tranquila, sin necesidad de peleas. Una vez está dormida, la traspaso a la cuna y todos tan contentos.

Contentos hasta que se despierta… hay noches en que duerme del tirón y no hay problema, pero hay noches en que se despierta y me llama, cuando llego ya tiene los brazos estirados para que la coja, yo lo hago e intento llevarla a nuestra cama pero no quiere, ya se pone a llorar y a decirme que quiere ir al sofá. Pues bueno, la llevo al sofá, la coloco de nuevo en su posición, y es que tal como la dejo está dormida otra vez! Es un sofá mágico! Hay veces que me quedo con ella, me tumbo en el otro lado y ya está, hay días, como ayer, en los que la dejo ahí y me vuelvo a la cama, total, es como si estuviera en su habitación, y normalmente ya no se vuelve a despertar hasta la mañana. Hay noches (o mañanas ya casi) en las que también aparece Niño por ahí, y se acopla con nosotras. Y así, nos quedamos los tres en el sofá. Hay veces que cabemos bien, hay veces en que ocupan demasiado espacio y yo duermo medio incorporada medio tumbada, con el culo en un asiento y los pies en el chaise longue, así cruzada en diagonal jajajaja, si es que es pa vernos!!!! El que alucina es Marido, cuando se levanta y nos ve de esta guisa!!!

Y os preguntaréis, por qué lo consiento? Primero, porque yo duermo bien (os he dicho que el sofá es muy cómodo???), me levanto bien y descansada. Segundo, porque no tengo ganas de guerra por la noche, quiero dormir, yo y todos los que estamos en casa. Tercero, qué más da sofá, cama, suelo, saco de dormir (van alternando todas las opciones!), el caso es que durmamos y nos lo podamos combinar bien. Evidentemente no todas las noches son así, tenemos de todo, pero mi conclusión es que los días van pasando, se van haciendo mayores, ellos van teniendo diferentes fases, y lo mejor que podemos hacer es adaptarnos. Que tal vez no sea la mejor opción, es posible, pero es la nuestra y de momento nos funciona. Lo malo es que al sofá le queda poca vida, estoy apurando a acabar con las operaciones pañal y «lo ensucio todo», así que espero que cuando tengamos uno nuevo sea tan bienvenido e igual de especial en nuestras vidas que este.