Recordando la infancia: el Cinexin

Así era el Cinexin que yo recuerdo, este era el modelo de mi infancia en los 80… También recuerdo que nunca llegué a tenerlo, no os pasaba que siempre queríais ciertos juguetes y nunca los conseguísteis? Sé que tenía otros, pero había unos cuantos que eran mi espinita, y este era uno de ellos. Recuerdo que mi amiga en aquellos tiempos (hace años que no la veo, aunque a sus padres sí y me ponen al día) lo tenía y pasábamos tardes proyectando trocitos de pelis de dibujos, recuerdo sobre todo la de Blancanieves, el trozo donde muerde la manzana, jajajaja, qué tiempos aquellos! Nos tumbábamos en su cama, apagábamos las luces, poníamos el cartucho y empezábamos a darle a la manivela, hacia adelante, hacia atrás, más rápido, en modo «slow»… era divertido! Supongo que eran otros tiempos, y la gracia residía en que entonces no podías ver los dibujos que quisieras cuando quisieras, no como ahora, que entre los canales temáticos, los blurays, las smarts tv y sobre todo internet, tienen dibujos a la carta, pero antes, ay antes! Tenías que esperar los ratitos de la tarde y el fin de semana, después del telediario y antes de la película hacían un episodio de la serie que estuviesen emitiendo en aquellos momentos, cómo ha cambiado todo!!! Así que el Cinexin era lo más, la independencia para ver dibujos jajajajaja

El año pasado decidimos pedirle uno a Niño para Reyes, lo compré en Amazon Buyvip (qué raro!!!) porque en las tiendas físicas no lo encontré en ningún sitio, y justamente en ese momento lo sacaron en campaña y no lo pensé, además salió muy bien de precio!!!

Decidimos cogerle el modelo de Cars, que en ese momento era lo más para él (aún le gusta, con Rayo McQueen y Buzz Lightyear hasta el infinito y más allá!!), y aprovechamos también para comprar dos cartuchos más: uno de Toy Story y el de Blancanieves (ayy, este era para mí! me mataba la curiosidad de saber si seguían manteniendo el mismo trozo de peli).

 

Reconozco que el año pasado Niño era demasiado pequeño, pero tanto a Marido como a mí nos hacía tanta ilusión que se lo pedimos, y en vista del uso que le daba y del peligro que comportaba, lo guardamos esperando que creciera un poco más. Y justamente este semana vio la caja en su armario y me lo pidió. Yo ya ni me acordaba casi y lo bajé, pusimos pilas, le enseñé a usarlo y le encantó!!!! Poder controlar él mismo el avance de la película, poder para las imágenes que le gustaban, se lo pasó pipa!!! Aprendió rápido a cambiar él mismo los cartuchos y ahora cada día lo coge un ratito, proyecta los fotogramas en la pared y se entretiene con sus personajes favoritos.

Esta es la imagen del Cinexin actual, mucho más moderna y fácil de coger, pero tengo que decir que el funcionamiento es el mismo, el mismo sistema de cartucho y la misma manivela para ir avanzando. Acostumbrados ahora a la alta definición, la calidad de la imagen se ve mucho más mala que antes, pero es cierto que los peques tampoco se fijan mucho en eso. Ah! Y un avance es que ahora llevan audio! Ilusa de mí, creí que las películas serían sonoras, pero no, el audio consiste en el botón superior que podemos ver en la imagen, que al pulsarlo emite sonidos limitados tipo arranque de motor, bocina, rayo láser, etc.

Así que ahora puedo decir, que por fin tengo un Cinexin!!!! La infancia de nuestros peques nos sirve para revivir la nuestra propia, y la verdad es que es fantástico volver atrás y sentirnos de nuevo como niños!