A Niño le gustan muchos dibujos y muchos personajes, pero si hay uno que persiste desde que empezó a tener criterio propio, ese es sin duda Buzz Lightyear.
Toy Story fueron los primeros dibujos que empezó a mirar, realmente eran los únicos que conseguían captar su atención, por mucho que le pusiéramos otros ni se los miraba. Y rápidamente aprendió a decir buzz.
Ha tenido un montón de juguetillos y merchandising relacionado con este personaje: muñequitos de goma pequeños, accesorios, y un juguete articulado de unos 10 cm que le compré hará un año y medio que le encantaba, abría las alas, decía frases y aunque a veces lo tuviese olvidado porque tiene temporadas en que prefiere otros personajes, siempre acababa recuperando su buzz.
Hasta que desapareció…. Como lleva a todas partes sus juguetes, muchas veces los pierde o los mete en sitios que luego ya no encontramos, y hace semanas que no vemos a buzz por ninguna parte. Cuando se acuerda me lo pide, lo busca, pero no aparece.
Así que ayer decidí ir a comprarle uno nuevo, di vueltas por las tiendas de juguetes preguntando pero en vano, es un juguete agotado.
Sólo encontré el muñeco a tamaño real, 30 cm, articulado, con sonidos, con alas extensibles, y finalmente se lo compré. Lo habíamos visto muchas veces y habíamos valorado si regalárselo o no, pero siempre nos parecía aún pequeño para un juguete así, más delicado, tan grande, podría romperlo o hacerse daño, porque tiene la costumbre de jugar a tirar los muñecos por los aires, pero sopesé y creí que ya estaba preparado.
Es un juguete a partir de 3 años y al fin y al cabo los cumple en octubre, así que caí y se lo regalamos.
Su cara de sorpresa y felicidad fue increíble, ahora tenía el auténtico Buzz Lightyear! Ese debió ser su pensamiento!
Evidentemente ha dormido con él, se ha despertado con él y supongo que será su nuevo compañero inseparable, y espero que este no lo pierda ya que tiene un tamaño suficientemente grande como para no perderlo de vista.
Pingback: Disney Live: Mickey’s Music Festival | Entre mis horas
Pingback: Vans y Toy Story | Entre mis horas